Pongamos como ejemplo el famoso refrán "a quien madruga, Dios le ayuda". Partimos del punto de que madrugando, Dios te ayudará, con lo cual tendrás un buen día.
Si la observamos desde un punto de vista lógico, veremos que siendo la tarea la misma, las horas prácticas aumentan o disminuyen dependiendo del momento en el que te levantes, variando el trabajo que tengas que realizar en una hora. Por todos es sabido que un trabajo se hará mejor si se dispone de más tiempo para realizarlo.
En conclusión: el refrán afirma que madrugando tendrás una buena mañana (argumento válido) gracias a Dios (premisa falsa), pero ha quedado demostrada la relación entre madrugar y obtener buenos resultados (conclusión verdadera).
Si la observamos desde un punto de vista lógico, veremos que siendo la tarea la misma, las horas prácticas aumentan o disminuyen dependiendo del momento en el que te levantes, variando el trabajo que tengas que realizar en una hora. Por todos es sabido que un trabajo se hará mejor si se dispone de más tiempo para realizarlo.
En conclusión: el refrán afirma que madrugando tendrás una buena mañana (argumento válido) gracias a Dios (premisa falsa), pero ha quedado demostrada la relación entre madrugar y obtener buenos resultados (conclusión verdadera).
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